En ocasiones, el hecho de heredar puede convertirse más en un problema que en una ganancia. Por ello, es importante saber cómo renunciar a una herencia para evitar serios quebraderos de cabeza.
El problema es que en una herencia, no heredamos solamente los bienes y derechos que tenía la persona fallecida en vida, sino que también se heredan las cargas, obligaciones o deudas que tuviese.
En el momento de hacer la partición se determinan las deudas y el activo y se calcula el patrimonio neto de la herencia. No obstante, llegar a este punto implica la aceptación previa, por lo que si existen más deudas que patrimonio, deberemos responder de ellas con nuestro patrimonio personal.
Si no sabemos a ciencia cierta qué posibles deudas o activo pueda existir siempre podemos aceptar la herencia a beneficio de inventario, lo que supone que sólo nos veremos obligados a satisfacer a los acreedores con el patrimonio del causante y no con los bienes propios.
Si por el contrario, sabemos que prácticamente lo que integra la herencia son deudas y no nos interesa aceptarla, podemos renunciar a ella. Para renunciar a una herencia siempre tenemos que hacerlo de forma expresa, en instrumento público o auténtico, o bien presentando escrito ante el juez que conozca del juicio de la testamentaria.
Como podréis observar, es importante tener claro desde que la persona fallece, si la herencia nos va a reportar pérdidas o beneficio, antes de hacer ningún movimiento. Si tenemos conocimiento o sospecha de que podemos perder dinero, deberemos renunciar a la herencia en la mayor brevedad posible para evitar futuros problemas. Para ello es necesario elaborar un escrito ante notario, renunciando expresamente a la herencia como ya hemos comentado anteriormente.
En Legalium podemos ayudarte con cualquier problema que tengas derivado de una herencia. Con la experiencia de nuestro despacho de abogados en materia de herencias, te aconsejaremos sobre lo más conveniente. ¡No dudes en consultarnos!