El leasing es un sistema de financiación que adopta la forma de un arrendamiento con opción a compra. Consiste en pagar por el uso de un bien durante un cierto tiempo y al terminar el periodo el arrendatario puede optar o no por comprar el bien. En el caso de que decida adquirirlo, tendrá que satisfacer la cuota que se haya pactado por el ejercicio de la opción de compra.
En el contrato de leasing es el arrendatario quien el elige el bien que desea comprar y la financiera quien lo adquiere para arrendárselo, y en el caso de que decida adquirirlo, vendérselo. Por el contrario, en el arrendamiento no existe esta opción de compra, sino un derecho de adquisición preferente.
En el contrato de leasing, el arrendatario, además de estar obligado al pago de las cuotas, debe cumplir las siguientes obligaciones respecto al cuidado del bien:
- Se exige que mantenga una cobertura de seguro adecuada.
- El bien debe devolverse al final del contrato si no se ejercita la opción a compra, en unas condiciones de desgaste normales.
¿Qué ventajas ofrece un contrato de leasing?
- Evita el pago de impuestos. Si se estructura adecuadamente, las cuotas del leasing pueden ser consideradas gastos exentos de impuestos. La financiación se calcula sobre valores netos, por tanto, no se cobran intereses sobre el IVA con la reducción de gastos que ello implica.
- Permite calcular los costes del producto que se adquiere y por tanto, de los ingresos o ganancias que se pretenden obtener con su adquisición.
- La opción de compra facilita que el bien pueda ser sustituido antes de que se quede anticuado o se desgaste demasiado.
- Las cuotas pactadas en el contrato de leasing se mantienen fijas independientemente de la variación que experimente el valor del dinero.
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